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Entrevistas 21 de julio de 2020

Por: Juan Takehara (*)

Tras la conformación de un nuevo gabinete ministerial que tiene como objetivo liderar la reactivación económica en medio de una crisis sanitaria, conversamos con Alexandra Ames, especialista en gestión de políticas públicas, sobre cuáles son las tareas que debe priorizar el gobierno, especialmente en relación con los grupos más vulnerables.

¿Qué le parece esta reconformación del gabinete?

Se da un respiro al gabinete en un momento tan complejo como el que estamos atravesando. Esto no significa, necesariamente, que los anteriores ministros hayan trabajado mal, pero por la pandemia y todos los esfuerzos que se han requerido en cada uno de los sectores hay un natural desgaste y era preciso hacer un cambio para contar con personas nuevas en esta etapa de reactivación. Personalmente, considero que Pedro Cateriano le va a dar un mayor liderazgo al gabinete y se espera que pueda tener un rol de articulación con el Congreso. Hoy más que nunca se requiere unidad y mucha coordinación para sacar adelante al país. Todos los ciudadanos somos testigos y estamos conscientes de que las confrontaciones entre el ejecutivo y el legislativo no nos llevan a nada, y en un momento en que necesitamos una real unidad nacional es cuando mayor coordinación debemos hacer.

Una de las primeras declaraciones de Pedro Cateriano como primer ministro, en materia de salud pública, fue que se dará prioridad a evitar el rebrote del contagio; pero a la vez se anuncia una reapertura comercial y proyectos de inversión privada, ¿Qué estrategia cree que pueda darse para que un objetivo macro no obstaculice el resto?

Evidentemente la pandemia nos ha golpeado muchísimo. Hemos tenido lamentables pérdidas de vidas, una gran cantidad de contagiados y, por otro lado, producto de la cuarentena y el confinamiento social hemos visto cómo muchas familias están en una situación crítica. Familias que eran consideradas como de clase media han caído en situación de pobreza. Necesitamos, sin duda, reactivarnos económicamente, pero donde tenemos que trabajar es en la prevención para evitar un rebrote que nos vuelva a poner en cuarentena. Mi recomendación aquí es que se fiscalice muy rigurosamente para que los negocios locales y las empresas en general cumplan todos los protocolos establecidos. En ese sentido, el transporte público también juega un rol muy importante; se debe fiscalizar el cumplimiento de las normas respecto a la capacidad máxima que deben tener las unidades de transporte. Los subsidios han sido fundamentales, aunque llegaron tarde para que el transporte pudiera seguir operando con baja capacidad de pasajeros. Pero de todas maneras es preciso que se fiscalice el cumplimiento de estas medidas.

Se teme que el tipo de empleo que crezca en estos meses sea el informal, sin derechos ni seguridad. ¿Tiene el Estado actualmente la capacidad de controlar este tipo de sistema laboral – que ha sido causante también de la precarización social – para trasladarlo a un sector formal?

Es importante que a la par que se busque la reactivación económica, se identifique y se implemente medidas que apunten a incentivar una mayor formalización. La precarización laboral en el Perú es una realidad y hoy tenemos una buena oportunidad de combatirla. El estado tiene que pensar en cómo ser más efectivo para atender esta problemática. La base de datos que se ha armado para entregar los bonos sociales a las familias en situaciones de vulnerabilidad puede ser un buen insumo para identificar quiénes son las personas que trabajan en situación de informalidad y cómo llegar a ellas de mejor manera. Es sumamente importante que a la par de que busquemos la reactivación económica también promovamos la formalización y la identificación de personas en situación de informalidad para ver cómo las incluimos.

Los grandes afectados han sido los grupos vulnerables. Sin embargo, no hay un mensaje públicamente relevante desde el Ejecutivo que priorice su inserción, monitoreo y cuidado. ¿Qué peligros puede conllevar que no se priorice estos grupos?

En una situación de crisis económica es imprescindible que se identifique y se atiende las poblaciones vulnerables, que son las más afectadas por esta situación. Hoy el MIDIS debe ejercer un rol de mayor liderazgo para poder trabajar en nuevas estrategias de atención a la pobreza urbana. La reactivación económica no puede ser pensada solo para un sector pequeño de la población, que es el de las empresas formales. Debemos pensar en toda la población y sobre todo en las personas que han resultado más afectadas por esta crisis económica. Es preciso que las personas afectadas y en situación de riesgo y vulnerabilidad sean identificadas y atendidas, de lo contrario nuestras brechas de desigualdad social van a crecer aún más, lo que a su vez afecta a un país democrático. En ese sentido, cuando hablamos de reactivación económica también debemos incluir políticas y programas sociales de atención a la pobreza, para asegurar que nadie quede atrás o fuera del sistema de protección social. Esta emergencia que estamos viviendo nos ha demostrado que no tenemos un adecuado sistema de protección social y hoy es el momento de empezar a diseñar uno que realmente pueda atender a todas las personas. Próximamente podríamos tener algún desastre natural, algún terremoto de gran magnitud en Lima o en una ciudad grande con perjuicios para muchas familias; por eso es sumamente importante que diseñemos un sistema de protección social que pueda atender a todas las familias y, sobre todo, que responda muy rápidamente ante emergencias como las que estamos viviendo.

(*) Integrante del área de Comunicaciones IDEHPUCP.


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