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Notas informativas 20 de agosto de 2019

El 12 de agosto de este año se llevó a cabo el curso “Estándares Interamericanos en materia indígena y difusión del Informe Las Mujeres Indígenas y sus Derechos Humanos en las Américas”, organizado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), el cual  promovió reflexiones sobre el avance de los derechos de las mujeres indígenas en las Américas.

El seminario contó con las ponencias de Antonia Urrejola, Relatora sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Melania Canales Poma, presidenta de ONAMIAP; Tarcila Rivera Zea,  miembro del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas; Zulma Villa Vílchez,  investigadora en derecho internacional de los derechos de los pueblos indígenas; y  Elsy Curihuinca, abogada mapuche de la CIDH. Asimismo, la mesa inaugural contó con las palabras de Elizabeth Salmón, Directora Ejecutiva de IDEHPUCP, quien habló sobre el compromiso de la Universidad con la construcción de una sociedad intercultural y conocedora de los derechos humanos.

El espacio en que participaron más de 40 lideresas indígenas de la región andina y amazónica, presentó una excelente oportunidad para intercambiar experiencias e identificar vulneraciones de derechos humanos que han afectado al bienestar de las mujeres indígenas, como las esterilizaciones forzadas, los derrames petroleros, los problemas de implementación de la consulta previa, la criminalización de las defensoras de derechos humanos, la falta de una institucionalidad indígena, entre otras. A raíz de estas consideraciones, se llevó a cabo la capacitación para el uso estratégico de los mecanismos y estándares en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

El evento se celebró pocos días después del día internacional de los pueblos indígenas, conmemoración que fomenta la reflexión sobre el estado actual en la protección de los derechos de los pueblos indígenas. Cabe señalar que desde que se celebró esta conmemoración por primera vez en 1995, el panorama interamericano ha cambiado bastante. A nivel regional, se han observado reformas constitucionales con el fin de reconocer los derechos colectivos de los pueblos indígenas, se han promovido políticas pluriculturales, han emergido nuevos partidos políticos y movilizaciones sociales que buscan satisfacer las demandas indígenas.

En este marco, destaca el compromiso de la Comisión y de la Corte Interamericanas. Ambas instituciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) han sido fundamentales en la lucha hacia el empoderamiento indígena, ofreciendo nuevas herramientas discursivas para visibilizar y legitimar la voz indígena en el escenario político. A través de la amplia jurisprudencia producida por la Corte IDH, los informes, y múltiples eventos de sensibilización y capacitación de la CIDH, se logró insertar la protección de los derechos de los pueblos indígenas en la agenda de las transiciones democráticas por la que muchos de los países de la región han atravesado en las últimas décadas.

A pesar de estas transformaciones, los pueblos indígenas aún experimentan muchas vulneraciones de sus derechos colectivos e individuales. En cuanto a las mujeres indígenas, el goce de sus derechos enfrenta muchos obstáculos basados en una confluencia de factores, como el racismo, el sexismo, la pobreza, y la desigualdad estructural. De hecho, este fenómeno preocupante se refleja en el enfoque del informe “Mujeres Indígenas”, publicado por la CIDH en 2017. Por un lado, la publicación ofrece una recopilación de las normas y principios internacionales que se deben adoptar en la defensa de los derechos de mujeres indígenas. En esta lista destaca el llamado para crear políticas participativas e interseccionales, es decir, que tomen en cuenta las diversas dimensiones de la identidad indígena. Por otro lado, la parte sustancial del informe se concentra en las diferentes formas y contextos de violencia sufrida por las mujeres indígenas que corresponden con las experiencias de las defensoras que asistieron al curso.

Lo que queda claro después de la lectura del informe es que las mujeres indígenas deben protagonizar el avance de los derechos de sus pueblos. Hay que seguir cambiando las premisas de aquellas políticas públicas que suelen percibir a las mujeres indígenas como víctimas, y no como sujetos del cambio social. Las mujeres indígenas, por su perspectiva única y el papel particular que desempeñan en sus comunidades, tienen capacidades y aportes particulares para la discusión sobre cómo enfrentar las vulneraciones de derechos humanos y cómo empoderar a los pueblos indígenas.

Por ejemplo, como lo menciona un estudio reciente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la exclusión de mujeres indígenas del debate sobre el cambio climático puede perjudicar al éxito de las estrategias colectivas y afectar a las mujeres indígenas de formas particulares:

“Hay efectos que están relacionados exclusivamente con las mujeres. (…) Las mujeres indígenas, por ejemplo, suelen desempeñar un papel esencial en la protección de la biodiversidad, y se encargan de conservar las semillas y los conocimientos tradicionales sobre sus tierras y territorios, y sobre el valor nutricional y medicinal de las plantas. Los cambios rápidos inducidos por el cambio climático en los ecosistemas y su biodiversidad pueden afectar a los conocimientos tradicionales y su aplicación, lo que repercute negativamente en los medios de subsistencia de las mujeres, así como en las prácticas culturales, la salud, la prosperidad y la resiliencia de sus comunidades.”

En efecto, es necesario repensar nuestra narrativa de desarrollo sociopolítico y adoptar el enfoque de género en todas sus esferas. Por ejemplo, las Naciones Unidas han proclamado este año como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. La iniciativa pretende visibilizar el problema de pérdida de lenguas – el fenómeno que afecta sobre todo a los pueblos indígenas. La ONU estima que cada dos semanas muere una lengua indígena. Habrá que preguntar, ¿qué significa este fenómeno para las mujeres indígenas y qué rol pueden ocupar en la revitalización y la protección de su cultura?

En este marco, las capacitaciones, como el evento de la semana pasada, son clave en el apoyo del liderazgo indígena, no solo porque aportan a la formación de las lideresas, sino también porque ofrecen una perspectiva nueva sobre el papel de la voz femenina en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

*Nota elaborada por Natalia Koper, pasante del Área Académica y de Investigaciones de IDEHPUCP. Natalia es estudiante de Derecho en la Universidad de McGill (Canadá) y tiene un Máster en Relaciones Internacionales de las Américas por la University College de Londres.