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Entrevistas 19 de octubre de 2021

Las revelaciones de los Pandora Papers han implicado la investigación periodística más grande de la historia: 600 periodistas de todo el mundo analizaron cerca de doce millones de documentos en los que se muestra que catorce bufetes internacionales han creado servicios [1]para más de treinta presidentes y expresidentes en el mundo. El medio peruano digital Convoca.pe también participó en esa investigación. Por ello, conversamos con su fundadora, la periodista Milagros Salazar, sobre los personajes peruanos involucrados en los Pandora Papers y los principales retos que enfrentó el periodismo en esta investigación.

Pandora Papers es la colaboración periodística más grande de la historia. ¿Cómo fue el proceso de recolección de estos documentos y cómo se logró descifrar la información?

Es un océano de información. La mayor parte son informes, documentos, archivos confidenciales provenientes de catorce estudios de abogados, entre ellos, del estudio panameño Alcogal, que es el más importante de Panamá, país que es considerado como un paraíso fiscal por las laxas o nulas regulaciones en tributación. Además de Panamá hay otras jurisdicciones, otros lugares donde se crean sociedades offshore con diversos propósitos. El trabajo de los 600 periodistas que participamos en este proyecto ha sido descifrar el propósito de la creación de estas compañías offshore. Es un trabajo bastante acucioso y demanda varias horas de revisión porque luego de identificar a las compañías, tenemos que distinguir quiénes son los personajes (funcionarios públicos y empresarios) que aparecen como clientes de estos bufetes de abogado, y cuál era el propósito de la creación de estas empresas. Entonces hemos identificado a personajes vinculados a investigaciones de lavado de activos y pagos ilícitos.

La situación de Kuczynski en el caso Lava Jato ¿se podría complicar por la revelación de que creó la empresa offshore Dorado Asset Management?

Se han identificado 180 nombres vinculados al Perú. En Convoca.pe ya hemos publicado reportajes que involucran a más de una docena de personajes. Entre ellos está el caso del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, que creó Dorado Asset Management en las Islas Vírgenes en 2004, cuando era ministro de economía en el gobierno de Alejandro Toledo. La relevancia de este caso radica en que los Pandora Papers permiten conocer que esta empresa offshore fue creada para desarrollar asesorías financieras cuando Kuczynski era una autoridad. Es decir, al mismo tiempo creaba esta empresa en el anonimato. Luego, en el desarrollo del caso Lava Jato, donde es investigado Kuczynski, hay una investigación acerca de las asesorías que las empresas vinculadas al expresidente brindaron a ciertos negocios de Odebrecht. Lo relevante es que, en el proceso de la investigación, PPK dijo que esta empresa fue creada únicamente para la compra de dos propiedades. Sin embargo, esta empresa fue fundada en el 2004, y no únicamente para la compra de estas propiedades, sino también para brindar estas asesorías financieras. Los Pandora Papers permiten a los fiscales del equipo especial determinar qué otras transacciones financieras pasaron por esta compañía offshore. Digamos que el periodismo pone a la luz pública estos hechos y las autoridades pueden complementar la información y avanzar en nuevas líneas de investigación. Hasta donde sabemos el fiscal José Domingo Pérez va a volver a interrogar a Kuczynski para profundizar en estos hallazgos iniciales que ha revelado Convoca.pe.

¿Qué otros casos han encontrado en esta profunda investigación periodística?

También hemos revelado el caso del empresario prófugo Gustavo Salazar, que también viene siendo investigado en el caso Lava Jato. Aquí lo interesante es que hemos podido ver cómo bufetes internacionales ayudaron a Salazar a realizar una serie de movimientos y recibir asesorías para proteger su fortuna mientras estaba prófugo e investigado por la justicia. Concretamente, en estos documentos hemos detectado archivos internos de la constructora offshore Trident Trust y hemos visto cómo a través de ésta se llega a la firma multinacional Baker McKenzie, que asesora a Salazar en temas tributarios cuando él estaba siendo investigado por un caso de blanqueo de capitales en el Perú. Hay varios aspectos que tomar en cuenta; por ejemplo ¿cómo es que, mientras son investigados por la justicia, estos personajes se refugian en los servicios offshore para buscar salidas que protejan sus fortunas u ocultar movimientos de dinero? Creo que esto es muy importante porque se conecta con una premisa fundamental del periodismo que es seguir la ruta del dinero. Quizá uno de los asuntos más difíciles de investigar en el periodismo es cómo funciona estas redes o sistemas donde circula el dinero. Entonces cuando emergen investigaciones como el caso Pandora Papers se abre una gran veta para investigar y para revelar estos casos.

«Nos toca a todos los que somos periodistas contribuir a que realmente las autoridades hagan lo que tengan que hacer para que no prevalezca la impunidad y el secretismo, para que se puedan dar los cambios estructurales que se puedan dar».

En el caso de Mario Vargas Llosa, que aparece como accionista de Melek Investments Inc, ¿hay alguna posibilidad de que se investigue por evasión de impuestos?

El caso de Vargas Llosa es interesante porque creó una compañía offshore para que se coloquen las regalías de sus novelas. El escritor peruano adquirió una sociedad de papel en Islas Vírgenes en julio (2015) con la asesoría de la firma OMC Group, y Vargas Llosa no tenía residencia fiscal en el Perú ni en España. Él señala que ha cumplido con las leyes; sin embargo, ¿por qué se publica esta nota? Lo público el diario El País en alianza con Convoca, porque Vargas Llosa es un personaje mundialmente conocido y nosotros haríamos mal en ocultar la existencia de una offshore que sirvió para colocar estas regalías. En este caso, no estamos hablando de dinero de origen ilícito como en Lava Jato. Más bien, esto es una operación secreta: la creación de una offshore para un movimiento de dinero confidencial; pero lo confidencial no necesariamente implica un delito. Sin embargo, consideramos importante que la audiencia lo supiera en aras de la transparencia. Ahora si esto es pasible de una investigación en la justicia, es esta misma la que está llamada a determinar qué es lo que se hará a partir de la información revelada por los periodistas que trabajamos en el proyecto.

¿Cuál ha sido el mayor desafío en esta investigación?

El desafío más grande para los periodistas cuando participamos en un proyecto sobre filtración de documentos como este es determinar para qué sirvió esta compañía offshore, cuál es el grado de relevancia, saber si amerita la reportería para una investigación publicable, y corroborar absolutamente todo. En este tipo de investigaciones es muy importante recoger las declaraciones de los involucrados, quienes no siempre están abiertos a dar su versión. Entonces muchas veces nos toca buscar a estas personas en sus viviendas, o contactar a sus abogados. Incluso hay personajes que ya no están vigentes en la escena pública y por eso se tiene que hacer una reconstrucción de la historia de estos personajes.

¿Han tenido un caso de reconstrucción en la historia?

El caso del reportaje que acabamos de publicar sobre las compañías offshore de la red de Vladimiro Montesinos. Es un caso de los años 90 en donde Vladimiro Montesinos tenía una serie de cómplices, a través de los cuales creó compañías offshore. Después de veinte años, gracias a los Pandora Papers, podemos reconstruir la lista completa de estas compañías. Más de 70 compañías que fueron creadas en Panamá y Bahamas, y figuran como clientes en diversas firmas de abogados. En este caso figuran estos testaferros y cómplices de Vladimiro Montesinos en la firma panameña Alcogal. Lo interesante es cómo desde el periodismo podemos identificar nuevas compañías que no están dentro del expediente de investigación del caso de Montesinos. Estos personajes están asociados a un caso muy emblemático como la adquisición de armamento en secreto y el desfalco de la Caja Policial Militar. Es muy importante saber cuál fue el propósito que cumplió la empresa offshore, y eso no te lo da la filtración, sino la reportería – ir a las notarías, buscar en registros públicos, rastrear la vigencia que pueda tener la compañía, entrevistar a los personajes que aparecen en los documentos, visitar propiedades, buscar la versión de los involucrados, determinar cuánto se sabe y no se sabe –.

¿Qué otros retos tienen los periodistas al participar en una investigación de gran magnitud como en los Pandora Papers?

Creo que son varios desafíos y que el trabajo es posible gracias a la colaboración entre periodistas. El primer gran desafío es saber qué hacer cuando tienes casi doce millones de archivos, ¿cómo lo organizas? ¿cómo buscas información de manera eficiente? El ICIJ cumple un papel importante porque usa tecnología, crea plataformas y emplea programas informáticos para organizar los documentos, de modo que los periodistas puedan consultar de manera inteligente, a través de palabras claves en este universo de archivos. Hay una parte importante, que tiene que ver con poner a la tecnología al servicio del periodismo. También se debe contar con un fuerte liderazgo para convocar a 600 periodistas en el mundo que cuentan con diversos idiomas, culturas, barreras tecnológicas y desafíos locales. Otro aspecto es cómo garantizar que esos reportajes lleguen a buen puerto; es decir que luego de la revisión de los documentos se haga la reportería necesaria para llegar a donde el periodismo de investigación tiene que llegar: una conclusión. El periodismo de investigación es conclusivo, porque determina un resultado luego de cotejar la información de diversas fuentes. Nosotros vamos cazando hechos que se puedan comprobar, que se puedan sostener a partir de información sólida. Otro punto tiene que ver con cómo hacemos para lograr el seguimiento adecuado de estos casos y que, a partir de la revelación periodística, las autoridades que investigan estos temas hagan su trabajo. En ese sentido, ya no es solo una labor de los 600 periodistas, sino que los resultados dependen también del rebote y la difusión que den los otros medios de comunicación y de que se interpele a las autoridades sobre los hechos revelados. Creo que cuando hay un esfuerzo de esa envergadura y cuando el periodismo de investigación está al servicio del interés público nos toca a todos los que somos periodistas contribuir a que realmente las autoridades hagan lo que tengan que hacer para que no prevalezca la impunidad y el secretismo, para que se puedan dar los cambios estructurales que se puedan dar.


(*) Integrante del área de comunicaciones.

[1] Una sociedad offshore son empresas que tienen como característica principal que están registradas en un país en el que no realizan ninguna actividad económica. Se trata de un término que puede emplearse para corporaciones, bancos, inversiones y depósitos extranjeros (Diario AS, 2020).
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