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Entrevistas 23 de noviembre de 2021

Los partidos políticos poseen cada vez menos jóvenes militantes. Según el Jurado Nacional de Elecciones (2021) los jóvenes representan el 8% del total de la militancia en los partidos políticos. Por otro lado, se observa que los jóvenes están más presentes en las manifestaciones sociales relacionadas con la defensa de los derechos humanos. En esta entrevista conversamos con el comunicador social y político Daniel Olivares, excongresista de la República por el Partido Morado (2020-2021), sobre la participación de los jóvenes en la política.

Tras su paso por el Congreso, ¿cuáles considera que son los verdaderos retos que enfrentan los jóvenes al entrar en política?

Lo primero es que cuando entras en política tienes que conocerte bien: cuáles son tus fortalezas y debilidades, qué tan controlado está tu ego, qué tan bien instalados están tus valores. Yo he entrado a los 38 años al Congreso. Entonces, el primer reto para alguien más joven es que se conozca bien y que sepa que no se va a volver un idiota una vez que tenga un poco de poder y que no se va a transformar en esos políticos que no reconocemos después de la campaña y que tienen un aire de superioridad. Lo segundo, tal vez, es tener calma, no querer hacer todo al mismo tiempo y en el mismo mes. Aprender a tener paciencia, pero no esa paciencia que te inmoviliza y que te vuelve un mediocre, sino aquella que te permite planificar las cosas para que agarren la forma correcta y no atolondrarte. Cuando era más joven me costaba mucho, ahora soy más estratégico. Eso lo vas ganando con los años. Lo último es construir un perfil que se haga respetar. Al joven lo minimizan, entonces tienes el reto de aprender a aguantar esa costumbre de subestimar a los jóvenes. Si eres mujer, peor todavía. Tienes que seguir firme en tus convicciones hasta agarrar un perfil propio.

Una de las características recientes en las manifestaciones sociales es la aparición de grupos de jóvenes que no se encuentran afiliados a ningún partido y que defienden los derechos humanos, el medio ambiente, la igualdad de derechos en grupos vulnerables. ¿Cómo explicar este interés y de qué manera se puede canalizar esta molestia social en una invitación de afiliación política?

Los temas progresistas pertenecen normalmente a la agenda joven porque estos tienden a estar buscando mejoras, avances y desarrollo en cuestión de derechos, protección social, y de escuchar a la ciencia. La evolución y el progresismo van de la mano y por eso esta agenda es joven. Creo que el reto está en cómo los progresistas están planteando sus agendas y cómo están terminando de comprometer a los jóvenes a que participen en esta. Por ejemplo, los partidos no lo han hecho bien, ningún partido progresista ha sabido cómo plantear la agenda de derechos evolutivos. No se han manejado bien las narrativas y los conservadores lo han hecho mucho mejor. Entonces creo que el reto de comprometer a los jóvenes en organizaciones políticas está en que las organizaciones sean atractivas para estos grupos. La juventud debe sentir que el partido levanta las banderas que a ellos y ellas les interesan, y con ello ser más fuertes con los reclamos. Pero, no se está viendo eso en los partidos. Más bien lo que te hace más fuerte son las marchas y la influencia en las redes sociales. El reto de los partidos es potenciar la voz del joven.

«Los temas progresistas pertenecen normalmente a la agenda joven porque estos tienden a estar buscando mejoras, avances y desarrollo en cuestión de derechos, protección social, y de escuchar a la ciencia.»

¿A qué cree que se deba que no veamos más jóvenes en espacios políticos relevantes? ¿a un bajo interés por la política formal o a la falta de oportunidades en los mismos grupos políticos para sus nuevos cuadros?

Creo que sí hay falta de oportunidades, pero yo estoy convencido que, con jóvenes y adultos, el reto está en desarrollar y construir tu perfil político, y volverte relevante en la organización en la que estás. En mi caso, me dieron el número 20 para entrar porque no era una persona conocida, no hubieran apostado mucho por mí. Al final fui el cuarto más votado. Yo me construí una relevancia, me metí con todo y seguí los consejos que te estoy comentando. Tienes que tener control mental, emocional y aguantar un montón de cosas, y perder el miedo a la timidez. Veo que muchos jóvenes les falta fuerza en la preparación política. A nivel mundial, veo que algunos han agarrado mucha relevancia por la firmeza que han mostrado, como Greta Thunberg, una niña que se paró con firmeza y eso hizo que se note mucho más. Entonces no es tan difícil para un líder joven posicionarse. Hay que mandarse, ya estás parado en el escenario, entonces juégatela.

Se ha publicado la ley que promueve la participación de la juventud en las listas de Regidores Provinciales y Municipales; también la ley que establece la cuota joven en la lista congresal. ¿Es lo que llaman leyes sin dientes, en el sentido de que solo quedará en el papel, o encuentra factibles las propuestas?  

Son leyes nuevas. En general a los partidos no les importa mucho utilizarlas, también el problema está en que no hay una conexión entre los partidos que están buscando liderazgos y los jóvenes que están buscando ser líderes. Hay mucha gente que quiere participar en política, pero no sabe por dónde empezar y hay muchos partidos que quieren liderazgos frescos y no saben dónde encontrarlo. Yo he estado en ambos lados y te lo puedo pintar, conozco a gente que me dice: “Daniel quiero entrar a la política, pero no sé en dónde”. También he estado en reuniones partidarias, donde la gente dice que necesita nuevos liderazgos, pero no saben dónde buscarlos. Entonces se presenta una oportunidad para desarrollar. Hay iniciativas más útiles que esas leyes como «Recambio», la cual apareció jalando nuevos personajes que sean de ideologías distintas y tratan de encontrar perfiles jóvenes que no tengan tanto apoyo, pero con potencial. Se necesitan más de ese tipo de iniciativas.

Más allá de la posición política, cómo observa la participación de congresistas menores de 40 años como Tudela, Barbarán, Bazán o Betssy Chávez, quienes además de tener un espacio ganado en redes sociales, son visibles representantes de sus partidos.

Yo lo veo muy bien, independientemente de las diferencias ideológicas que pueda tener con algunas de esas personas que mencionas. Me parece bien que los liderazgos jóvenes estén sonando más y estén apropiándose de las vocerías en los partidos. No sucede en todos los casos, pero está pasando cada vez más y a mí me parece positivo. Obviamente, no quiere decir que estoy de acuerdo con todo lo que hacen. A mí me sucedió cuando fui vocero de la bancada morada que, justamente hubo un cambio de varios voceros y entraron bastantes personas menores que yo. La diferencia de cómo funcionaba el equipo de voceros de distintos partidos fue radical. Antes de nosotros había muchas personas mayores, pero cuando entramos nosotros fue mucho más práctico ponernos de acuerdo en un montón de temas. Creo que lo generacional influye en la capacidad de adaptarse. Ojalá estos perfiles que mencionas sigan afianzándose y que no copien las viejas costumbres.

¿De qué otra manera se puede impulsar la participación de jóvenes en la política?

Yo creo que ayudando a la gente a construir y potenciar sus perfiles. Es formativo y promocional si es que hay escuelas políticas, sé que hay un montón, pero no sé cómo funcionarán. Creo que hay una oportunidad para formar a las personas que quieren participar e identificar sus posibles atractivos como líderes políticos.

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