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23 de agosto de 2021

Desde el mes de mayo de 2021 los pueblos originarios de Canadá enfrentan los descubrimientos aterradores de cientos de cuerpos de niños enterrados en antiguas pensiones cristianas del país. En mayo se descubrieron los restos de 215 niños cerca del antiguo pensionado de Kamloops (British Columbia), y en julio se hallaron 751 sepulturas cerca del antiguo pensionado de Marieval (Saskatchewan). El jefe de las naciones autóctonas, Bobby Cameron, ha declarado: “Ahora se sabe que el Canadá es un país que ha intentado exterminar a sus primeros pueblos. Ahora tenemos las pruebas. La prueba de lo que los sobrevivientes relatan desde hace muchos años.” Nadie hubiera pensado que en ese país próspero de nuestro continente se hubiera perpetrado crímenes espantosos contra niños de los pueblos originarios (Courrier International 1-7 de julio de 2021). En esta breve nota expongo los elementos centrales de estos hechos de violencia contra niños nativos que fueron calificados de “genocidio cultural” por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá de 2015. Los resultados de esta investigación nos incumben: pueden inspirar los trabajos que realiza la Dirección General de Personas Desaparecidas del Ministerio de Justicia de nuestro país.

Una civilización forzada en los pensionados comparados a “campos de concentración”

Durante más de un siglo, entre 1880 y 1997, 130 pensionados religiosos protestantes y católicos recogieron a cerca de 150,000 niños nativos para “civilizarlos y cristianizarlos”. La CVR estima que en ese lapso cerca de 6,000 niños por distintas enfermedades (sobre todo por tuberculosis), desnutrición y malos tratos físicos y sexuales (RFI, 9 de agosto de 2021). Los niños eran separados de sus familias, se les prohibía hablar sus lenguas y se les forzaba a seguir reglas estrictas y brutales. Los sobrevivientes quedaron afectados por graves traumatismos causados por esas torturas psíquicas y físicas.

El pensionado de Marieval, donde se encontraron 751 sepulturas, fue construido en 1899 por misioneros católicos. El gobierno federal financió el pensionado a partir de 1901 y lo administró directamente desde 1969. El pensionado fue cerrado en 1997 luego de haber estado bajo la responsabilidad de los Cowessess, nativos del lugar, durante diez años. De acuerdo con Cadmus Delorme, jefe de los Tkemlups (Saskatchewan), se creó un cementerio en 1899, desde la llegada de los sacerdotes Oblats. “En los años 1960 las sepulturas estaban probablemente identificadas con lozas, luego representantes de la Iglesia católica han retirado las lozas, lo cual es un gesto criminal; consideramos que se trata de una escena de crimen.” Bobby Cameron, jefe de la Federación de naciones autóctonas, que agrupa los 74 pueblos originarios Tkemlups, declaró que “esos pensionados eran campos de concentración. (…) Se sabrá que Canadá es un país que ha intentado exterminar a sus primeros pueblos. Ahora tenemos las pruebas, las pruebas de lo que los sobrevivientes cuentan desde hace muchos años.” (Courrier International 1-7 de julio de 2021).

Los descubrimientos en mayo y en junio de 2021
  • El 27 de mayo de 2021, los dirigentes del pueblo originario Tkemlups anunciaron que gracias a búsquedas realizadas con georadares (aparato móvil que emite y recibe microondas que permiten crear una imagen de lo que se encuentra bajo tierra) se encontraron los restos de 215 niños cerca del antiguo pensionado de Kamloops.
  • El 24 de junio de 2021, dirigentes de los Cowessess anunciaron que usando las mismas técnicas de georadar habían descubierto 751 sepulturas sin identificación en el antiguo pensionado autóctono de Marieval, que fue administrado por la orden misionera Oblats. El jefe de la comunidad, Cadmus Delorme, declaró que “siempre han sabido que había tumbas en ese lugar”. Es posible que cada sepultura tenga más de un cuerpo pues el georadar tiene un margen de error de 10 a 15%; “no es una fosa común”, son sepulturas aparentemente individuales. A inicios del mes de julio de 2021 los equipos de medicina legal empezaron a identificar las sepulturas con banderolas. El dirigente Bobby Cameron declaró: “es un crimen contra la humanidad. Fue un ataque contra los pueblos originarios. Somos personas dignas. El único crimen que hemos cometido, como niños, es el de haber nacido autóctonos.”

    Foto 2: Equipo de técnicos del pueblo Cowessess utiliza un geo radar para localizar los restos humanos en Marieval (Radio Canadá, 16 de julio de 2021)

    La Comisión de la Verdad y su Informe Final de 2015

En 2007 se creó la “Convención de reglamentación sobre los pensionados indígenas” con el fin de centralizar miles de juicios presentados por las víctimas sobrevivientes de esos lugares creados con el fin de separar a los niños de los pueblos originarios de sus familias y forzarlos a adherirse a la cultura canadiense y a las creencias cristianas para “civilizarlos”. Al final de esta Convención, los participantes decidieron crear la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, compuesta de un presidente (el juez Murray Sinclair) y de dos comisionados (jefe Wilton Littlechild y Marie Wilson); de cuatro consejeros espirituales, del Comité de sobrevivientes (diez personas), de Consejeros especiales (tres personas). Además, se nombraron: una directora general, consejeros jurídicos, un grupo de investigadores, estudiantes y asistentes de investigación. La CVR tenía el mandato de buscar la verdad de los hechos, aportar sus recomendaciones al gobierno, sin establecer la responsabilidad civil o criminal de personas o de instituciones, tarea que incumbe al Ministerio de Justicia de Canadá (Sumario del Informe Final, Anexo 6).

El personal de la CVR recorrió el país durante seis años para escuchar los relatos de los nativos que fueron forzados a vivir en los pensionados. Se han escuchado más de 6,500 testimonios que afirman que los niños sufrieron maltratos físicos y sexuales que no habrían sido tolerados en ningún sistema escolar del país, que se considera altamente democrático y pacífico, ni de cualquier otro país del mundo. La CVR no tenía por mandato “establecer acusaciones” sino buscar la verdad de los hechos y preparar la reconciliación, que debe fundarse sobre una nueva visión de las relaciones sociales, basadas sobre el respeto mutuo. El Informe indica que durante más de un siglo los objetivos de la política canadiense habían sido eliminar los gobiernos autóctonos, ignorar los derechos de los autóctonos, terminar los tratados establecidos con ellos y, a través de un proceso de asimilación, favorecer la desaparición de esos pueblos. Los pensionados han sido un elemento central de esta política que puede ser calificada de “genocidio cultural”: la destrucción de estructura y de prácticas que permiten al grupo reproducirse en el tiempo (Sumario del Informe Final, Introducción). Todos los testimonios y los documentos recogidos por la CVR se encuentran en el Centro Nacional por la Verdad y la Reconciliación de la Universidad de Manitoba. El Informe Final tiene seis volúmenes.

Además, la CVR publicó 94 llamados a la acción y seis recomendaciones sobre los niños desaparecidos y sus lugares de entierro; demandó asimismo que el Estado creara programas educativos, de justicia y de prevención de la violencia entre los pueblos nativos y una comisión de investigación sobre las mujeres desaparecidas o asesinadas. También pidió al gobierno de Canadá (dirigido por el primer ministro Justin Trudeau) y al Vaticano que ayudaran a esclarecer este arduo asunto, pero hasta ahora esas recomendaciones no han sido tomadas en cuenta. El descubrimiento de las tumbas está cambiando recién esta situación, seis años después de la publicación del Informe Final de la CVR.

Veamos otros hechos. Entre 1936 y 1944, el Ministerio de asuntos indígenas destruyó cerca de 200,000 archivos; además, los registros de las muertes en los pensionados son parciales. Según la CVR: los nombres de 36% de niños muertos no ha sido nunca documentada [no hay registros]; el sexo de 23% de niños es desconocido; y el lugar del deceso de 43% de los niños no aparece en los registros. Hasta antes de los descubrimientos de mayo y junio de 2021, solo se había registrado ocho niños fallecidos en el pensionado de Marieval de los padres Oblats entre 1932 y 1973. En 1991, los Oblats han pedido perdón por el rol que jugaron en el sistema de pensionados para nativos de Canadá; no obstante, hasta el momento, el Vaticano no ha presentado su pedido de perdón a pesar de los llamados lanzados por Justin Trudeau. El jefe Cadmus Delorme ha declarado en forma contundente: “el Papa debe excusarse por lo que ha sucedido con los niños de Marieval. Las excusas son una etapa en el proceso de restablecimiento.” Por su parte, el jefe Cameron ha reclamado “una investigación pública sobre el genocidio” y ha dicho que “(d)ebemos encontrar las razones de las muertes y los nombres de los niños. Nuestro pueblo tiene el derecho a recibir más que excusas o simpatías. Nuestro pueblo tiene derecho a la justicia.” (Courrier International, traducción libre del francés).

La antropóloga Marie-Pierre Bousquet, directora del Programa de estudios autóctonos de la Universidad de Montreal, ha señalado que las declaraciones del primer ministro Trudeau la molestan sobremanera pues parecen novedosas aun cuando en el Informe Final de la CVR la demanda de excusas del Papa ya figuraba entre las recomendaciones, pero nunca fueron concretadas.

El 6 de junio, el papa Francisco declaró que “seguía con dolor las noticias del descubrimiento chocante de las 215 tumbas de niños” (Le Matin, Suiza), pero no pidió perdón. Asimismo, Bousquet ha declarado que las investigaciones tomaran mucho tiempo y que será necesario analizar los archivos de las congregaciones religiosas para encontrar rastros de los niños desaparecidos; son archivos privados, dispersos en muchos conventos y no clasificados. Este trabajo deberá completar las investigaciones llevadas a cabo con instrumentos de detección; ulteriormente, las comunidades nativas deberán decidir si desean realizar estudios de ADN para encontrar la filiación de los niños enterrados, y qué tipo de sepultura quieren ofrecerles (RFI).

Reflexiones finales
  • El descubrimiento de cientos de tumbas en pensionados católicos del Canadá ha chocado profundamente a Canadá, al mundo y a todos los pueblos originarios que esperan desde hace decenas de años que esas verdades atroces salgan a la luz. El Informe Final de la CVR publicado en 2015 ya alertaba sobre esta situación. Pero recién ahora, gracias a los georadares, se aportan las pruebas de esos crímenes contra la humanidad perpetrados desde 1880.
  • En todo el continente americano se han registrado violencias extremas contra los pueblos originarios desde la llegada de Colón en 1492. Los nativos fueron atacados sin piedad, animalizados y marginados desde hace 500 años. El caso de los pensionados del Canadá aparece sin embargo como un extremo desconocido y aterrador, pues un Estado moderno, así como varias instituciones religiosas, organizaron este genocidio cultural con la tolerancia de la sociedad canadiense. La verdad histórica revelada por la CVR implica una profunda restructuración de esta nación que se consideraba y que era considerada un ejemplo de democracia y de multiculturalismo. El racismo y el desprecio por la vida de miles de pueblos originarios han salido a la luz, mostrando la faceta oscura de esta nación desarrollada. Se sabe que pensionados similares existieron en Estados Unidos, pero los pueblos originarios no han logrado que el gobierno acepte la creación de una CVR similar a la que se creó en Canadá.
  • En el Perú se han perpetrado crímenes espantosos contra los pueblos originarios desde que el territorio cayó en manos de los colonizadores españoles; hubo un cierto nivel de asimilación forzada en las misiones católicas que se crearon en la Amazonía peruana, donde se pretendía “civilizar a los chunchos”, pero nunca se llegó a los extremos de control totalitario de niños como las que existieron en los pensionados de Canadá. Las responsabilidades son enormes, tanto de parte del Estado canadiense, como de las órdenes religiosas (protestantes y católicas) de ese país. Ambas instancias han pedido perdón a los pueblos nativos (Sumario del Informe Final, Anexo 4). Pero el Papa no lo ha hecho hasta el momento. La CVR ha establecido una lista de 30 personas identificadas como culpables de haber perpetrado violencias contra los niños de los pensionados (Sumario del Informe Final, Anexo 3). El 4 de junio de 2021, quince abogados canadienses han solicitado a la Corte Penal Internacional (CPI) realizar una investigación para determinar si hubo crimen contra la humanidad en el pensionado católico de Kamloops, donde se encontraron los restos de 215 niños. Si la CPI acepta el examen del caso, deberá determinar si hay pruebas suficientes de delitos que atañen a su competencia, en cuyo caso se abriría la investigación (Radio Canadá).
  • En fin, el Informe Final de la CVR del Perú ha descrito los extremos de horror vividos por miles de cautivos en los “campamentos senderistas” (Hatun Willakuy 2004), que he identificado como campos totalitarios (Villasante 2012, 2019). En la selva central, miles de Ashaninka y de Nomatsiguenga han fallecido durante la guerra interna y no se han identificado todavía todos los lugares de entierro, aunque los trabajos de búsqueda han sido reactivados en 2019 (Barriga 2020, Villasante 2020). La técnica utilizada en Canadá, los georradares, sería de gran utilidad en nuestro país para que la Dirección General de Personas Desaparecidas del Ministerio de Justicia identifique los cuerpos enterrados sin sepultura en los valles de los ríos Ene y Tambo (Satipo, Junín). Esperemos que ello sea posible para que los sobrevivientes nativos de la violencia política puedan realizar por fin su duelo luego de 25 años de espera.

Referencias citadas
Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canada, 2015, https://nctr.ca/a-propos/histoire-de-la-cvr/site-web-de-la-cvr/?lang=fr
— Sumario del Informe Final, Honorar la verdad, reconciliar para el futuro, https://ehprnh2mwo3.exactdn.com/wp-content/uploads/2021/04/1-Honorer_la_verite_reconcilier_pour_lavenir-Sommaire.pdf
Courrier International n° 1600, Les Premières Nations demandent des comptes à Ottawa, 1-7 julio de 2021, https://www.courrierinternational.com/article/canada-les-macabres-decouvertes-se-multiplient-dans-les-anciens-pensionnats-autochtones
Radio Canada, 4 de junio de 2021, Pensionnat de Kamploops: la CPI appelée à enquêter pour crimes contre l’humanité, https://ici.radio-canada.ca/nouvelle/1798703/pensionnat-kamloops-justice-lahaye-crime-enfants-autochtones
Radio France International, Les Canadiens à la recherche de leur histoire enfoiue, 9 de agosto de 2021, https://www.rfi.fr/fr/amériques/20210809-autochtones-les-canadiens-à-la-recherche-de-leur-histoire-enfouie
Villasante Mariella, 2012, Violencia de masas del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y campos de trabajo forzado entre los Ashaninka de la selva central, Dossier de Memoria n° 9, Idehpucp, http://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2012/09/Dossier.pdf
Villasante Mariella, 2019, La violencia política en la selva central del Perú, 1980-2000. Los campos totalitarios senderistas y las secuelas de la guerra interna entre los Ashaninka y los Nomatsiguenga. Estudio de antropología política, Lima, Tarea Gráfica y COMISEDH.
Villasante Mariella, 2020, Retorno a la comunidad nomatsiguenga de Tahuantinsuyo y visita de la Dirección general de Personas Desaparecidas del MINJUS, Boletín del IDEHPUCP, 28 de enero de 2020 https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/retorno-a-la-comunidad-nomatsiguenga-de-tahuantinsuyo-y-visita-de-la-direccion-general-de-personas-desaparecidas-del-minjus/