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Reseñas 22 de junio de 2021

La república agrietada (2021). Lima, Planeta, 523 p.

Reseña por: Lucía Mancilla (*)

En abril de 2021, la historiadora Carmen McEvoy presentó La República agrietada El subtítulo del libro, “Ensayos para enfrentar la peste”, resume la intención de esta publicación y, sobre todo, la mirada crítica y esperanzadora de la autora frente a la crisis sanitaria actual y el bicentenario de nuestra independencia. En efecto, la obra no pretende ser un convencional libro teórico, sino que, al contrario, busca generar una conversación a partir de artículos cortos, imágenes e, incluso, música. De esta manera, McEvoy selecciona varias de sus publicaciones dominicales en el diario El Comercio a partir de una mirada que excede la línea temporal para proponer una reflexión sobre nuestra existencia. Aferrándose a sus recuerdos y sus raíces, logra distinguir las dificultades de una patria inacabada, pero también el ímpetu vital que, en medio de uno de los momentos más críticos que ha vivido la nación, honra a cada peruano y peruana que ha apostado por un país mejor o, en palabras de la autora, por un humanismo esperanzador.

Una reseña de este libro debe dialogar con el caos natural que presenta el collage que creó junto al artista Giovanni Tazza. Lejos de confundir al lector, este permite involucrarse con el sentido total de la obra que, como dice en una entrevista realizada por Jaime Cabrera, busca reforzar la idea de la superposición de los tiempos. Para McEvoy, la pandemia ha evidenciado lo que ya en el siglo XX anunciaba el filósofo Martin Heidegger: nuestra existencia está definida por nuestra mortalidad y, por ende, somos el tiempo vivido. De esta forma, el contexto actual pareciera no solo recordarnos aquella finitud frente a la que nos encontramos de facto, sino —y, sobre todo— pareciera desmoronar toda creencia a la que nos aferrábamos. En pleno siglo XXI, nos habíamos vuelto dueños y señores del planeta, la vida se compra y la naturaleza se destruye; no obstante, ¿Quién es capaz ahora de no mirar a la muerte frente a frente?

Ante la pérdida del mundo al que estábamos acostumbrados y en el umbral de una nueva era, McEvoy encuentra el humanismo esperanzador antes señalado a través de distintas formas del lenguaje que apelan a todos los sentidos del lector y la lectora. En esa línea, de manera literal, a través de códigos de barras que nos llevan directamente a determinadas canciones, su obra empieza haciendo sonar Anthem de Leonard Cohen donde, como dice el estribillo, “hay una grieta en todo. Así es como entra la luz”. De esta forma, la canción anuncia el tono que la autora va a sostener durante los siguientes trece capítulos del libro: Pandemia, Amistad/empatía, Amor/identidad, Bicentenario, El laberinto de la política peruana, Historias para recordar, Homenajes, Historia del poder, Mujer, Naturaleza, Sociedad, Estados Unidos y Tiempo de proyectos. Este tono le permite diagnosticar la grieta peruana y, a la vez, rescatar aquellas acciones individuales y colectivas que, aún en la incertidumbre, mantienen el optimismo de que aún “se puede definir una nueva manera más justa y más humana de ver la vida” (Mc Evoy 2021: 23).

Ahora bien, encontrándonos en el marco del XVI Encuentro de Derechos Humanos, Bicentenario: 200 años de indiferencia, la historiadora aporta una perspectiva que reflexiona sobre el tiempo presente a partir de recuperar los momentos de reivindicación que se dieron desde el siglo XIX, la creación de la afligida república peruana y las promesas de bienestar que elevaban cualquier duelo. En efecto, los tiempos por los que ha transitado Perú no han sido fáciles, pero seguimos manteniendo en nuestra memoria a las mujeres y hombres que dieron lucha durante estos siglos; por nombrar algunos ejemplos: Manuela Estacio, Rosa Campuzano, María Parado de Bellido, María Elena Moyano, José Faustino Sánchez Carrión, José Manuel Valdez, José Olaya, entre muchos más. De este modo, McEvoy impregna en su obra esa esperanza que, tras una revisión de la historia de nuestro país y nuestra realidad, no resulta ingenua, sino necesaria.

(*) Miembro del área Comunicaciones IDEHPUCP



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